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Un Campesino en el Olvido
“Para mí, la guerra es algo que está plasmado en Colombia y en el mundo entero, donde las desigualdades del gobierno hacia el campesino, han creado esas guerras”
Esas fueron las palabras de Prisciliano Susa Molina, un señor de cejas y bigote poblado, tez trigueña, viste chaqueta de algodón color café, camisa a rayas, pantalón café claro y su característico sombrero blanco con una cinta negra. Campesino nacido y criado en el Páramo de Sumapaz, tiene 55 años, es originario de la Vereda La Playa y actualmente residente en la Vereda la Unión (a 5 horas de la Bogotá urbana) donde tiene su propia tienda de víveres junto a su esposa Hermelinda Cifuentes, en la vereda es el único establecimiento que vende gasolina.
Prisciliano Susa Molina campesino del Páramo de Sumapaz y habitante de la Vereda la Unión en la entrada de su negocio “Surtivíveres La Unión”
“El conflicto armado en Sumapaz ha nacido del olvido al campesino y que el mismo Estado ha olvidado al campesino”
Prisciliano ha vivido toda su vida en el Páramo de Sumapaz, asegura que el origen de la guerra en el territorio, ha sido a causa del olvido del Estado con el campesino Sumapaceño.
El Estado ha olvidado al campesino
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“Siempre hemos sido los campesinos las víctimas del conflicto”
En un momento en el que la guerrilla está tomando el control territorial del Páramo de Sumapaz, sometiendo tanto a sus habitantes como al ecosistema a un cuartel de guerra, con el fin de poseer unos corredores estratégicos que les permitiera movilizarse y desplazar los secuestrados entre los departamentos del Meta, Huila, Tolima, Cundinamarca y la ciudad de Bogotá. El Ejército Nacional en un intento por recuperar el orden público del territorio llevó a cabo varias operaciones, entre ellas la que Prisciliano Susa Molina denomina la Toma de Sumapaz en el año 1982.
Al convivir varios años en una tierra donde el conflicto no da tregua, en el año 2005, Prisciliano Susa Molina se convierte en una víctima más del conflicto armado, al igual que muchos campesinos colombianos.
Según el campesino, los falsos positivos fueron una unión entre el ejército, civiles y gente desertada de la guerrilla, para crear expedientes a las personas más visibles de la región, imputándoles delitos que ellos no cometieron, con el fin de desestabilizar a los habitantes más sobresalientes, creando el terrorismo para que desalojen el Páramo.
“Porque este es un páramo de los más grandes del mundo, lo cual el Estado colombiano está empecinao a que desalojen el páramo, para que el Estado se haga dueño de todo el Páramo de Sumapaz”
A Prisciliano lo acusaron de guerrillero, colaborador de la guerrilla, secuestro, extorsión, lavado de dólares, entre otros crímenes, el prontuario era bastante extenso, afirma él.
Captura y proceso judicial
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En ese momento eran ocho personas las inculpadas, entre ellas Prisciliano. El proceso judicial se llevó a cabo por medio de varias audiencias, en las que no se comprobó la culpabilidad de los acusados en los delitos impuestos y señalados en las distintas órdenes de captura.
Prisciliano comenta que históricamente los campesinos del Sumapaz han sido estigmatizados y vulnerados por su postura política de izquierda, entre las necesidades que le exigen al Estado colombiano, se encuentra su reconocimiento como campesinos más no como guerrilleros del Sumapaz.
A lo largo de la historia del Sumapaz marcada por el conflicto armado, el campesinado ha tenido que vivir en una especie de limbo entre la guerrilla y el Ejército Nacional, en donde hablar o tener contacto con alguna de las dos partes, lo convierte inmediatamente en enemigo de la otra, ocasionando consecuencias en su estilo de vida por las distintas retaliaciones que se podían tomar de cualquiera de los dos bandos.
Sin embargo, estos altos índices de violencia registrados desde los años 60 hasta los 2000, se verían disminuidos con el acuerdo de paz firmado en septiembre del año 2016 con la guerrilla de las Farc (grupo armado asentado en el Páramo de Sumapaz).
En el momento de esta entrevista, agosto 2022, seis años después de la firma del Proceso de Paz, la situación en el Páramo de Sumapaz estaba en alerta, pues luego de un periodo de tranquilidad, en el año 2021 se registra un triple homicidio al parecer de tres excombatientes en menos de 24 horas en la vereda Chorreras, Lagunitas y en el Alto del Duda, Meta (límite con la localidad del Sumapaz) suceso que encendió las alarmas de la comunidad.
El 11 de abril de este año (2023) fue asesinado del líder campesino Carlos Julio Tautiva en la vereda Lagunitas, San Juan de Sumapaz. Tras el suceso, la Alcaldía Mayor de Bogotá, encabezada por Claudia López, refuerza la seguridad en la localidad rural de Bogotá, militarizando la zona y reforzando los controles del Batallón de Alta Montaña.
Sin embargo, a pesar de los riesgos que ha corrido por décadas en el territorio, Prisciliano expresa que tiene mucha Fe y esperanza en el gobierno de izquierda de Gustavo Petro.
"Siendo un tipo de izquierda, que mire muy bien a estas regiones abandonadas, para que nos colaboren y nos ayuden a sacar este campesinado adelante"
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